Uno de los principales residuos en la elaboración de quesos es el lactosuero. Si bien las grandes empresas son capaces de procesarlo y reutilizarlo para diversos fines, por ejemplo la alimentación animal, las pequeñas y medianas empresas no cuentan con la capacidad de aprovecharlo. Por suerte, científicos argentinos lograron transformarlo en un plástico biodegradable.

La principal característica de estos plásticos fabricados a partir del lactosuero es que son biodegradables y compostables en un lapso de entre seis y ocho meses. Además, el residuo resultante de la elaboración de este bioplástico  también se puede reutilizar para la generación de biogas o fertilizantes, haciendo a todo el proceso sumamente sustentable.

En la nota pueden encontrar más detalles acerca de esta investigación que repercutirá favorablemente en la industria láctea.