El plástico es desde hace décadas el material elegido para la producción de juguetes para los más chicos.

Además de su durabilidad resulta ideal para la producción de forma suaves, sin orillas filosas o puntas agudas, y objetos más livianos. De esta manera se obtienen productos más seguros. Muchos juguetes tradicionales han abandonando otras formas de fabricación menos aptas para los más pequeños.