Plásticos que curan

Desde su descubrimiento en 1860 el plástico ha demostrado tener multiplicidad de aplicaciones en diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana. Desde tuberías hasta automóviles, pasando por juguetes y piezas de maquinarias, a medida que la ciencia avanza se van abriendo nuevos rubros donde antes no se creía posible su aplicación.

Este es el caso de los polímeros inteligentes que, como se puede ver en el siguiente artículo, los científicos de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) están desarrollando y en el que están incorporando medicamentos y distintas sustancias a estos polímeros especiales. El objetivo es que estos plásticos inteligentes luego los descarguen hacia el organismo mediante radiación, con utilidades como la prevención de hongos o infecciones posoperatorias. Hasta el momento han logrado incorporar ibuprofeno, diclofenaco y antimicrobianos que impiden el desarrollo de bacterias tales como la Escherichia coli.

Esta nueva tecnología se ve posibilitada por el desarrollo de polímeros inteligentes sensibles a estímulos externos como el PH de un entorno, la luz o la temperatura, lo que permitirá que, en un futuro, esta tecnología tenga aplicaciones industriales además de farmacéuticas.