La industria del juguete argentina está buscando posicionarse como un referente exportador regional en su segmento. Este sector, integrado por unas 200 PyMEs, facturó más de 147 millones de dólares en 2017 y duplicó sus exportaciones en ese mismo año, tal como lo confirma esta nota de Clarín.

Este panorama optimista, que tuvo que compensar la caída de ventas en el país y reemplazarlo por la exportación, es posible gracias a la mejora en el tipo de cambio y la reconversión de los procesos productivos.

“Si bien el total exportado representa el 5% de la facturación, el objetivo de la industria es que el 30% de la producción local se destine a otros países”, resume Matías Furió, presidente de la CAIJ (la cámara sectorial) y de Megaprice.