En la actualidad, la industria avícola europea desecha más de tres millones de toneladas de plumas por año. Estas son una importante fuente de queratina, la cual puede ser aprovechada para generar biopásticos y aditivos para envases biodegradables, pero que hoy en día acaba siendo simplemente desechada.

Por suerte, el proyecto Karma 2020 busca utilizar estas plumas para producir envases que la propia industria avícola pueda emplear para sus productos. De esta manera, esta industria podrá aprovechar sus propios desechos y optimizar su funcionamiento. El proyecto contempla el desarrollo de técnicas  innovadoras que permitan extraer la queratina de las plumas. Tras su obtención, se descontaminará para evitar riesgos de salud.

En la nota se detalla que la queratina obtenida de las plumas puede incorporarse en biopolímeros para la fabricación de envases biodegradables, pero también puede ser aprovechada para generar biocomposites, entre muchos otros posibles usos.