Un grupo de investigadores mexicanos obtuvo una patente en torno a la creación de biopolímeros generados a partir de una bacteria. Para obtener los productos se han utilizado diversas técnicas de fermentación, propiciando el desarrollo de bacterias.

La bacteria utilizada, llamada Cupriavidus necator, cuenta con la característica de generar distintos tipos de plásticos dependiendo de la fuente de nutrientes utilizada en la fase de fermentación. En otras palabras, la ruta metabólica del microorganismo presente adiciona comonómeros distintos al biopolímero y cambia su conformación final.

De acuerdo a la nota, los polímeros obtenidos cuentan con las propiedades de ser biodegradables, bioasimilables y biocompatibles. Todo esto manteniendo las propiedades principales de los plásticos de origen petroquímico.