La llamada «industria de industrias» ha estado marcada por altas y bajas durante las últimas dos décadas, pero actualmente el consumo y uso del plástico ha aumentado a nivel mundial y en la Argentina no es la excepción.
Este sector llegó a representar el 10,7% del Valor Bruto de Producción (VBP) de la industria manufacturera en 2013, participación que mejoró desde 2003, tras la crisis del 2001. Esto gracias al alza en la demanda del sector alimenticio, automotriz y luego el correspondiente a la construcción.
En nuestro país, el consumo del plástico per cápita pasó de 11,5 kgs en 1990 a 43,6 kgs en 2013 (Cámara Argentina de la Industria Plástica, 2014), y la generación de empleo aumentó de 32.000 puestos en 2003 a más de 53.000, un alza significativa, que se espera siga creciendo.
El plástico se convirtió en un producto infaltable en los procesos industriales por su durabilidad y versatilidad de aplicaciones. Y con el paso del tiempo reemplazó otros materiales contaminantes, evitando así la deforestación y la alteración de los ecosistemas.